La tradición Egipcia pasó al pueblo judío con Moisés, quien fue iniciado en los Altos Misterios por los sacerdotes egipcios, quien después transmitió estas enseñanzas a la clase sacerdotal de los Israelitas. En el Antiguo Testamento (Samuel XIX-20 y Reyes II-2,5) se menciona que al parecer existían escuelas iniciáticas en Naioth bajo la dirección del Profeta Samuel y otras en Bethel y Jericó. Los misterios egipcios fueron transmitidos de generación en generación hasta el momento en que el Rey Salomón subió al trono de su padre David.
El Rey Salomón, quien gobernó entre 976 y 926 a.C., se dedicó a la unificación de su pueblo y con tal fin erigió el Templo de Jerusalén para que fuera centro de veneración religiosa y símbolo de la unidad nacional. El Templo era un edificio completamente simbólico, su plano, sus construcciones y ornamento representaban la síntesis de todas las ciencias, era el Universo, era la filosofía, era el cielo, representaba el Macrocosmo y los hombres al Microcosmos. Salomón lo había concebido e Hiran Abiff Arquitecto y decorador de la ciudad de Tiro lo había construido con elevada inteligencia. Para el mejor desarrollo de la obra dividió a los trabajadores, de acuerdo a la labor que realizaban, en Maestros, Compañeros y Aprendices, estructura que los masones han tomado como forma de organización.
Ahora Salomón quien había sido iniciado en los Misterios de Eleusis, deseaba darle forma Judía a los misterios, que desde Moisés eran aun Egipcios. Para ello junto con el Rey Hiran de Tiro, convocó a una Asamblea del consejo de Jerusalén y se dedicaron de inmediato a la adaptación de los rituales. De esta manera se unen cuatro corrientes, la egipcia aportada por los Sacerdotes , la Griega aportada por Salomón, la Caldea basada en las enseñanzas de Zoroastro que mantuvo el Rey Hiran, la cual aportó entre otras: los nombres del alfabeto judío y de los ángeles, y una cuarta corriente extraña a las otras basada en el rito de Tammuz que aportó Hiran Abiff quien era Fenicio. La iniciación de Salomón tenía un triple fin: la tolerancia, la filantropía y la civilización de los Israelitas. La Mística Judía induce en primer lugar a una comunión directa con la divinidad trascendente, de igual modo la cosmología simbólica vinculada al templo entra en el campo del esoterismo.
El simbolismo del Templo corresponde al cosmos y está dividido en tres partes que corresponden al cielo, al mar y a la tierra. Telas y ornamentos interiores evocan los cuatro elementos, las siete ramas del candelabro remiten a los siete planetas, las doce columnas interiores a los doce signos de zodiaco. La orden inciática y esotérica de la Francmasonería se inspirará en este simbolismo cósmico para la disposición y el orden, para la orientación y forma de la logia.
Los Francmasones quieren reedificar el Templo de Salomón sobre las bases de la jerarquía inteligente y de la iniciación progresiva.
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Quedo a tus apreciables órdenes y un T.'. A.'. F.'. para vos y todos mis QQ.'. HH.'. de vuestro Or.'.
Comp.'. Sealtiel Enciso Pérez (y Apr.'. toda la vida)
masondesudcalifornia@gmail.com
Il.'. Dig.'. y Cent.'. Resp.'. Log.'. Sim.'. "Los fieles Obreros de la Baja California" No. 189
Or.'. de La Paz, Baja California Sur. México
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